Un inusual Ferrari alcanza 14,2 millones de euros en subasta de leyenda en París

Este descapotable poco común, que el actor francés Alain Delon condujo a mediados de los años 1960, estaba valorado entre 9, 5 y 12 millones de euros, si bien el misterioso comprador deberá abonar un total de 16, 3 millones de euros, impuestos incluidos.

Vehículos legendarios encontrados en una granja francesa alcanzaron precios de récord en una subasta en París, donde un comprador anónimo adquirió la 'joya de la corona', un Ferrari 250 GT California Spyder, por 14, 2 millones de euros.

Este descapotable poco común, que el actor francés Alain Delon condujo a mediados de los años 1960, estaba valorado entre 9, 5 y 12 millones de euros, si bien el misterioso comprador deberá abonar un total de 16, 3 millones de euros, impuestos incluidos.

En septiembre de 2014, este Ferrari junto a otros vehículos legendarios aparecieron en una finca del oeste de Francia, roídos por el óxido y la hiedra.

Fue como entrar "en la tumba de Tutankamón", había explicado Matthieu Lamoure, director de la casa de subastas Artcurial, al evocar este "tesoro automovilístico", calificado de "descubrimiento del siglo" por una revista especializada estadounidense.

Roger Baillon, un transportista fallecido a principios de los años 2000, constituyó esta colección de vehículos con evocadores nombres: Bugatti, Talbot, Hispano-Suiza, Delahaye o Delage; y con el objetivo de abrir un museo en su propiedad de tres hectáreas.

Pero, durante casi medio siglo, esta colección de decenas de vehículos permaneció dentro de hangares, más o menos estancos, tras un cambio de suerte de su propietario.

Aunque muchos vehículos se encontraban en mal estado, el Ferrari estuvo a salvo de los elementos en un garaje cerrado. Su compañero de estancia, un Maseratti A6G Gran Sport de 1956, se subastó por 1, 72 millones de euros, si bien estaba estimado entre 800.000 y 1, 2 millones de euros.

- 'Despertar a estas bellas durmientes' -

Esta venta de 59 automóviles, organizada por Artcurial en paralelo al salón de vehículos antiguos Rétromobile, alcanzó montos superiores a las estimaciones.

Y atrajo a curiosos, periodistas y compradores de todo el mundo por la rareza y la autenticidad de los coches.

Así, el lote número 46, un Talbot Lago T26 Grand Sport de 1949 estimado en 600.000 euros, alcanzó 1, 45 millones de euros a pesar de su lamentable estado.

Previamente, otro T26, cuya carrocería también tiene la firma del carrocero Saoutchik y que podría haber pertenecido al rey Faruq de Egipto, cuadruplicó su estimación inicial hasta venderse a un coleccionista estadounidense por 625.000 euros.

Según el tasador de la subasta, Hervé Le Poulain, los automóviles podrían aparecer dentro de algunos años en concursos de elegancia, como el californiano de Pebble Beach (oeste de Estados Unidos), tras largas y costosas restauraciones.

Pero no todos los vehículos cruzarán el Atlántico rumbo a Estados Unidos. El Estado francés hizo valer su derecho de adquisición preferente para uno de estos lotes, un inusual Panhard Dynamic de 1936, que debería exponerse en un museo de Compiègne (norte).

Antes de la subasta de tres horas de duración, el tasador había animado a los compradores a "despertar a estas bellas durmientes, para un nuevo destino", lo que representa una ingente tarea si se tiene en cuenta el estado de algunas de las piezas.

Por ejemplo, el lote número 26, un Amilcar CGSS, está incompleto y muy dañado. No obstante, este biplaza deportivo, estimado en entre 3.000 y 5.000 euros, se vendió finalmente por 46.000 euros.

"Una vida repleta de felicidad para restaurarlo", bromeó Le Poulain al principio de la venta.

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