Chevrolet Bel Air



El Chevrolet Bel Air fue un automóvil producido en serie entre 1953 y 1975 por Chevrolet, una división de la General Motors Corporation. De 1950 a 1952, los Chevrolets de lujo eran llamados de Bel Air, aunque todavía no era el nombre oficial, utilizado recién a partir de 1953.

En los cincuenta los Cadillac eran el tope de la línea de GM, los que ofrecían lo último en tecnología, prestaciones y estilo para las personas económicamente muy bien acomodadas. Pero eran tiempos de bonanza y General Motors tenía para todos, así que los segmentos de clientes jóvenes envaselinados y, en general, de estatus medio-alto, gozaron de lo que fue el auto más popular de Estados Unidos y hoy uno de los coches más clásicos de nuestro continente, el Bel Air. 

Aunque también es cierto lo que muchos señalan: que este vehículo fue concebido, más que por gusto, por necesidad, pues el grupo automotor más importante de la Unión Americana no tenía un V8 como Studebaker, Oldsmobile o Ford, sólo un 6 en línea, por cierto, muy bueno, robusto y silencioso, pero un 6 en línea. Así es que GM necesitaba un nuevo coche que fuera bueno, bonito y barato, en el cual montar un propulsor digno de la rebeldía juvenil.

Algo que caracterizó al Bel Air fue que su concepción arrancó completamente desde cero, sin utilizar algún modelo viejo como base. Todo el tren motor y la carrocería fueron nuevos y sólo un 15% de los componentes secundarios eran de series anteriores. El motor fue obra de Ed Cole y consistió en un V8 de 265 pulgadas cúbicas (4.3 litros). Las gamas inferiores del Bel Air eran las Series Two-Ten y One-Fifty. 

Como modelo, el Bel Air se comercializó de 1953 a 1975, pero el nombre apareció en el portafolio de Chevrolet por primera vez en 1950 para designar a las versiones tope de la serie Deluxe hard top. Muchos dicen que el 55, 56 y 57 son los más famosos: el primero porque fue del que más ejemplares se fabricaron, el segundo debido a que fue una de las versiones más refinadas y que mayor número de configuraciones ofreció, y el último porque fue el más deportivo.



Además, durante estos tres años fue cuando hubo más opciones de carrocerías: dos o cuatro puertas, convertible, coupé, station wagon y station wagon dos puertas, la famosa Nomad. El de las fotos es un 1955 y cabe mencionar que es totalmente original, no está restaurado. Incluso los asientos tienen la factura de cuando el dueño escuchaba “Rock around the clock”, de Bill Haley & His Comets o, tal vez ”Heartbreak Hotel,” de Elvis Presley. El odómetro y las llantas, por su parte, incluyen un viaje a la inauguración de Disneyland. 

El modelo 1955 fue el que presentó el primer rediseño. De hecho, una de las premisas por parte de sus creadores fue darle un facelift cada dos años para siempre estar encima de la competencia. Con respecto a la primera versión, éste presentó una carrocería muchísimo más moderna. El 53 era un diseño algo viejo, caracterizado por trazos muy curvos, casi como aquellos de finales de los cuarenta. El cofre y las salpicaderas traseras eran muy abultados. El diseño del 55 fue más agresivo, el perfil contaba con líneas rectas. El cofre era plano al igual que las salpicaderas y el parabrisas ya fue envolvente. Las calaveras se caracterizaban por incorporar aletas en vez de pontones. El 57 es el que tiene las colas altas y el cofre presenta dos medios ”avioncillos” en lugar de uno central como el 55, y cuenta con unas defensas más grandes, así como una parrilla reducida. Incluso fue más largo y bajo que sus antecesores. 

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